
Hoy es un día muy especial para nosotros porque vamos a visitar la primera reserva en España para la conservación del Bisonte Europeo, Bison Bonasus. En 1927 ya no había ni un sólo ejemplar en libertad en toda Europa. Varias localidades europeas han iniciado este proyecto de recuperación, dándoles hectáreas para que estén en semi-libertad y se pueda reintroducir poco a poco con total seguridad.
A menos de 1 hora y media en coche, llegamos al pueblo de San Cebrián de Mudá, situado en la montaña Palentina.
Primero visitamos el Centro de Interpretación, donde vemos información sobre la especie y las otras reservas, de cómo se construyó y cómo los trasladaron aquí. Pero realmente lo excitante es hacer todo el recorrido de la reserva en todoterreno, así que allá vamos.
El encuentro con los primeros bisontes es emocionante. Ellos se acercan a las vallas porque saben que encontrarán comida fácil y se esparcen a sus anchas mientras nosotros los admiramos en todo su esplendor. Pasados unos minutos, volvemos al todoterreno y entramos dentro de la reserva por unos caminos montañosos un tanto irregulares hasta llegar a un pequeño claro. Allí, nos encontramos con un grupo de 6 bisontes y nos quedamos muy quietos, en silencio, simplemente observándoles, sin vallas y sin ningún tipo de protección. Es una sensación única e indescriptible.
Una pena que el ser humano casi exterminara a este bello animal y a los caballos de Przewalski, otra de las especies en peligro de extinción que han introducido recientemente en su programa y del que pueden verse 2 ejemplares.


Después del emocionante trayecto por la montaña Palentina que dura aproximadamente una 1 hora, vamos a comer al Mesón Tres Valles situado en el pueblo Rueda de Pisuerga. Comida casera típicamente castellana a buen precio.
De vuelta a Palencia, dedicamos la tarde a dar un paseo por la Av. Castilla, con la ribera del río Carrión a nuestra derecha, hasta llegar al Paseo del Salón. Todo este paseo tiene unas fantásticas zonas verdes de las que disfrutar.
Al final de este paseo, llegamos al parque de La Huerta de Guadián. Un parque estupendo, original y con una gran sorpresa: la Ermita de San Juan Bautista. Una ermita románica, muy sencilla y una joya para la vista. La visita es gratuita y con buena información en su interior.
A la vuelta, hacemos un parón de nuevo en el Paseo del Salón para tomar unas copas en el moderno Pub P21. Un espacio muy original en su decoración y buen ambiente para relajarse un rato.
La cena la hacemos en el Restaurante El Perejil de la Calle San Bernardo. Un local muy tradicional, desde 1975, con tapas y carta para escoger platos castellanos y degustar buenos vinos.
Y como no podía ser de otra manera, la noche la acabamos, otra vez, en nuestro local favorito: El Gato Negro.
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