La exitosa campaña de promoción "Teruel existe" no sé si nos ayudó más o menos a decidirnos por visitarla, pero este fin de semana hemos ido en busca de esa ciudad tan desconocida.
El fin de semana comienza en la Fuente del Torico, desayunando en el restaurante 1900. Hemos pedido 2 medios bocadillos y han aparecido 2 gigantescos trozos de pan acompañados de las bebidas. ¿Cómo será el bocadillo entero? Bueno, perfecto para recargar pilas, muy sabroso y económico. ¡Empezamos bien la jornada!
A pocos metros caminando, llegamos a la plaza de la Catedral y allí observamos una construcción bellísima pero muy diferente a todas las que hemos visto antes. Esta catedral es uno de los máximos exponentes del arte mudéjar, un estilo que predomina por toda la ciudad.
Los mudéjares eran los musulmanes que se quedaron en España tras la reconquista de los cristianos. A los edificios cristianos les aplicaron las técnicas de construcción musulmanas y, esa mezcla, hace que este estilo sea único en todo el mundo. ¿Fue esta época una mezcla de cultura y de convivencia utópica?
Hay una entrada combinada para visitar la Catedral y el Museo de Arte Sacro. El museo no es muy grande, así que la visita se puede hacer bastante rápida.
Continuamos paseando hasta llegar al Acueducto de los Arcos. Una construcción de la época del Renacimiento para traer agua a la ciudad, ya que con los aljibes musulmanes que tenían, no llegaba suficiente para abastecer a todos.
Volvemos sobre nuestros pasos hasta la Torre de San Martín, una fantástica torre tipo minarete a la que no se puede subir pero se puede pasar por debajo de ella. Es una cosa muy curiosa: las torres son puertas de acceso por la que los ciudadanos pueden entrar y salir de la ciudad.
Y si nos deja boquiabiertos esta torre, la Torre de San Salvador, unas calles más abajo, nos deja alucinados. Es todavía más bonita, con unos ladrillos y adornos trabajados impresionantes y encima ¡podemos subir!.
Primero un vídeo introductorio y luego puedes subir 122 escalones hasta el campanario, descansando en 3 rellanos con maquetas e información adicional. Estar arriba proporciona unas magníficas vistas de la ciudad donde puedes admirar otras torres.
Al descender, nos dirigimos a la Escalinata del Óvalo, una escalera monumental y muy emblemática que se construyó en los años 20 pero siguiendo el mismo estilo mudéjar.
Tiene cientos de detalles en las cerámicas, una fuente y unos largos escalones que acaban en un sencillo parque en el que descansar.
Ya estamos en el medio día y tenemos un problema: no encontramos un sitio tradicional para comer. ¡Todo está hasta arriba! Cometimos el error garrafal de no reservar en ningún sitio, así que nos vamos a dar el capricho del día y vamos a comer al Parador de Teruel. Gastronomía local con excelente servicio y producto. De hecho, es el lugar donde nos hemos alojado gracias a un regalito de SmartBox que nos ha hecho la familia. :)
Por la tarde vamos a visitar el Aljibe Medieval, al lado de la Fuente del Torico, y a ver cómo se recogía el agua en aquellos tiempos. La visita es muy barata y breve.
Y por último, vamos a visitar los famosos Amantes de Teruel. La verdad es que estas leyendas y nosotros, no nos llevamos muy bien, pero sería imperdonable venir a visitar la ciudad y no entrar a ver, como mínimo, a los amantes. Y así hacemos, compramos la entrada mínima que da acceso al mausoleo.
Sólo por la bóveda del mausoleo, hay que visitarlos. Puedes o no creer la leyenda, puedes estar más o menos de acuerdo en perpetuarla, pero lo que sí es seguro, es que la belleza de su interior es indudable.
Como hace muchísimo frio y ya hemos visto todo lo que nos interesaba, nos dirigimos en coche hasta el Castillo de Mora de Rubielos, a unos 45km. de Teruel, que es lo único que está abierto todavía a estas horas.
Llegar de noche y estar solos en la última hora de visita, además de lo improvisado del asunto, han provocado que sea uno de los momentos más emocionantes del día. Visitamos las mazmorras, las habitaciones, las caballerizas, armas antiguas y otros muchos materiales de distintas épocas. Nos ha encantado, lo recomendamos 100%.
Para comer, cenar o tomar algunas cervezas artesanas acompañadas de unas buenas tapas, te recomendamos le Restaurante del Aljibe. Acuérdate de reservar porque el fin de semana está siempre hasta los topes y puedes quedarte sin mesa o esperar más de lo debido.
Escribe tu comentario