Hoy el día se inicia antes de que amanezca. Hemos quedado a las 5:15 en la plaza de Cabanaconde para hacer un trekking totalmente a oscuras hasta el Mirador de Achachihua y ver el amanecer con vistas al profundo cañón.
Volvemos al albergue para desayunar y hacemos otro trekking hasta la Cruz el Cóndor, el lugar donde pueden verse los cóndores sobrevolar el cañón. Llegamos mucho antes de que llegue la horda de turistas, así que conseguimos verlos en primera fila y en silencio. En cuestión de unos 15 minutos llegan varios autocares cargados de gente y se acaba ese breve pero intenso momento especial.
Después de ese mágico momento, Vladimir no espera para llevarnos a un pueblo llamado Maca, para ver un pequeño mercado de artesanía, visitar su iglesia mestiza y poder ir a los baños. Hacemos algunas compras de supervivencia (gorros y guantes) y nos vamos a Chivay, a las aguas termales naturales La Calera, donde nos damos un buen baño relajante y, ahora sí, con agua caliente.
De vuelta a Chivay, hacemos una parada rápida para comer y vamos a la parada de autobuses para tomar aquél que nos llevará a Puno, nuestro siguiente punto en la ruta. Nos esperan 5 horas de trayecto, con cena incluida en un restaurante de carretera donde volvemos a tomar nuestro ya necesario mate de coca.
Esta expedición al Colca ha sido una experiencia irrepetible que nos ha cargado de energía para el resto del viaje.
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