
Remi nos sirve en el jardín un delicioso desayuno a la hora que nos viene mejor para iniciar nuestra ruta de hoy. ¡No se puede empezar mejor el día!, un desayuno delicioso en un lugar relajante.
Juan Carlos, nuestro guía, viene a recogernos y nos lleva en dirección al desierto para ver el cementerio de Chauchilla, una necrópolis nasca que se encuentra a unos 30 km.
Gracias al clima árido del desierto, las momias se encuentran en muy buen estado y en su tumba original. Pueden apreciarse sus cabellos, uñas, trozos de cerámicas, trozos de piel y huesos. Un recorrido de una media hora es suficiente para poder verlas todas. Nos explica muchas curiosidades como, por ejemplo, la importancia de los colores del cabello, las largas trenzas, las posturas de las momias, etc.
De camino hacia los Acueductos de Cantalloc, hacemos un alto en el camino para poder visitar Los Paredones del Inca Túpac Yupanqui. Se trata de un asentamiento inca construido en adobe y del que se conservan las paredes y distintas divisiones internas.

Seguimos la ruta hacia los acueductos y el lugar nos deja boquiabiertos de nuevo. Se trata de unos acueductos, llamados puquios, de forma circular y muy profundos que dirigían el agua a la ciudad y los alrededores de Nasca. Recordemos que se trata de un desierto, así que estos acueductos requerían de una buena obra de ingeniería que los antiguos nascas realizaron a la perfección. El resultado es notable: se siguen usando hoy en día.

Tras despedirnos muy agradecidos de Juan Carlos, vamos a buscar nuestro equipaje al B&B. Nos enfrascamos en conversación con Natalia y pensando que vamos a perder nuestro autobús, llamamos un taxi que nos acerca por 1€. Sentimos un vacío enorme al despedirnos de esa ciudad y de la gente que hemos conocido. Algún día volveremos más tiempo y seguiremos descubriendo más cosas sobre esa cultura tan rica, los nascas.
Al llegar a la estación de Cruz del Sur, el autobús va con retraso y tenemos que esperar un par de horas. Precisamente, es el trayecto más largo que vamos a hacer y esto nos retrasará muchísimo la llegada. ¡Paciencia!
Finalmente llega el transporte y nos esperan 8 horas de viaje hacia el interior, subiendo hasta los 2.500 metros de altura. En el autobús nos dan merienda-cena bastante buena, diversas bebidas y tenemos pantalla individual para ponernos a ver series, pelis o escuchar música.
Llegamos a Arequipa a las 2 de la madrugada, mucho más tarde de lo previsto, así que cogemos un taxi que nos acerca al hotel Las Torres de Ugarte y nos vamos ¡directos a la cama!
Escribe tu comentario